jueves, 29 de agosto de 2013
SOMOS VIGILANTES
DÍA 14
Ezequiel 33:7
A ti, pues, hijo de hombre, te he puesto por atalaya a la
casa de Israel, y oirás la palabra de mi boca.
Algo en que pensar:
Los reyes de la antigüedad defendían sus
ciudades con muros altos y gruesos de piedra. Encima de esos muros habían
torres desde donde los atalayas podían ver a los enemigos que se disponían a
atacar cuando aún estaban lejos. El atalaya tenía por obligación: velar y sonar
la alarma cuando el peligro se acercaba; y. ¡Ay! del atalaya que se quedara
dormido en tanto vigilaba, o que por cualquier causa, no sonara la alarma
cuando había peligro, pues pagaba el descuido con su vida.
Cada uno de nosotros representamos esos atalayas, somos
vigilantes. Debemos velar y caminar en esa guerra. E l enemigo
anda como león rugiente buscando a quien devorar. Un descuido de
nuestra parte, de no entender los tiempos, puede dañar a muchas personas.
Es hora de que cada cristiano, nos levantemos en
guerra. Y debemos discernir qué se está moviendo, como el
enemigo se quiere mover, y a través de la guerra espiritual, paralizar y
destruir toda obra de maldad. Es hora de pararnos en la brecha y pelear en
guerra por nuestras familias. Por nuestros trabajos, por nuestras finanzas, por
nuestro país. Y entendamos que el enemigo, no descansa.
Pero si caminamos toda la iglesia en intercesión y en guerra
lograremos cosas inimaginable, es tiempo de irrumpir en el mundo espiritual, y
tomar posesión de lo que es nuestro.
Pastora Peggy Rivera
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