jueves, 12 de septiembre de 2013
RESTAURANDO EL TEMPLO II
Versículo a
Memorizar:
Nehemías 4:9
“Entonces oramos a nuestro Dios, y por causa de ellos
pusimos guarda contra ellos de día y de noche”.
Para reflexionar:
Es extraordinario lo que Dios hizo en los tiempos de Esdras
y Nehemías. Jerusalén había pasado momentos de cautiverio y el Templo del Señor
había sido destruido de la mano de Nabucodonosor II. Dios levantó a Esdras para
la reconstrucción del Templo y años más tarde a Nehemías para la reconstrucción
de las murallas.
Cuando leemos estos libros podemos notar ciertas
características en estos hombres de Dios: Eran sensibles a la voz del Señor,
les dolía el hecho de que el Templo y toda Jerusalén estuviese destruida; eran
osados, valientes y perseverantes. Debemos ser como estos que, al enterarse que
no había casa para Jehová, gimieron en Su Presencia, lloraron amargamente,
porque para ellos era más importante la obra del Señor, que sus propias
necesidades. Hicieron a un lado sus labores y se abocaron a la reconstrucción
del Templo, de la muralla y de toda la ciudad.
Hoy clamemos al Señor por la compra de nuestro local y para
que la construcción no se detenga ni un día más. Seamos como esos guerreros de
la época de Nehemías que “con una mano trabajaban en la obra, y en la otra
tenían la espada” (Nehemías 4:17) Derribemos toda artimaña del diablo que
ha querido detener lo que hemos conquistado. Veremos la victoria que ya Jesús
conquistó en la cruz del calvario.
Pastora Ninoska Eurea
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