Devocional Mi Cristo

Día 61

Versículo a Memorizar:

"Entonces una mujer de la ciudad, que era pecadora, al saber que Jesús estaba a la mesa en casa del fariseo, trajo un frasco de alabastro con perfume; y estando detrás de él a sus pies, llorando, comenzó a regar con lágrimas sus pies, y los enjugaba con sus cabellos; y besaba sus pies, y los ungía con el perfume." Lucas 7: 37-38.


Algo en que Pensar:

Para esa mujer tener un encuentro con el Maestro lo era todo, ella había escuchado que Jesús, el mismo Jesús que había sanado a muchos enfermos estaba en la ciudad.


A esta mujer no le importo nada, ella sólo quería entregar la mejor adoración que podía porque su corazón estaba sumamente agradecido a Jesús, no porque Jesús le hubiera hecho un milagro sino porque sabía que era el Hijo de Dios y lo amaba profundamente, ella al ver al Maestro se postró y entrego todo su corazón y sus lágrimas lavaron los pies del Maestro.


Imagínese la cantidad de lágrimas que derramó esta mujer en adoración al ver al Maestro.


Hoy es día de quebrantarnos y entregar todo nuestro corazón en adoración a Jesús, tu adoración sin reservas moverá la mano de Dios y un milagro se desatará en tu vida hoy.

Pastor Pedro Augusto Eurea